Alta Ley y el INN trabajan en dos nuevas normas técnicas para el uso de escorias de cobre en la construcción

La iniciativa busca incentivar el uso de nuevas fuentes de áridos desde la industria minera, debido a la alta demanda de este material a nivel mundial.

Según datos de la Comisión de Áridos del Instituto de la Construcción, la demanda de áridos supera significativamente a la oferta: solo en la Región Metropolitana se generan 4 millones de m3 en el mercado formal, mientras que la demanda alcanza los 11 millones de m3. De acuerdo con estas proyecciones, se espera que su demanda tanto nacional como mundial aumente significativamente en las próximas décadas.

Para enfrentar este escenario, la Corporación Alta Ley, a través del Instituto Nacional de Normalización (INN), está impulsando dos normas técnicas que orientarán el uso de escorias de cobre en la construcción, con el fin de incentivar el uso de nuevas fuentes de áridos y avanzar de manera sostenida en la elaboración de marcos reglamentarios y técnicos que aceleren su uso con foco en el medio ambiente y la economía circular.

La iniciativa implica la elaboración de una norma técnica general para la consideración de escorias como árido artificial, y otra norma técnica específica relativa al uso de escorias de la minería del cobre como árido artificial en pavimentos. La primera, ha sido denominada Áridos – Áridos artificiales en base a escorias de la minería del cobre – Clasificación, caracterización y orientaciones para la valorización de las escorias de la minería del cobre; mientras que la segunda, Áridos artificiales en base a escorias de la minería del cobre – Trazabilidad y requisitos para incorporar en bases y subbases de pavimentos.

Para conocer más detalles de este proceso, conversamos con Marly López Correa, Profesional de la División de Normas del INN.

¿En qué consiste una norma técnica? ¿Cuál es su objetivo?
Una norma es un documento técnico de aplicación voluntaria, resultado del consenso basado en la experiencia y el desarrollo tecnológico, y aprobado por un organismo de normalización reconocido.

Las normas aseguran niveles de calidad y de seguridad que permiten a cualquier organización posicionarse mejor en el mercado. Además, constituyen una importante fuente de información para los profesionales de cualquier actividad económica.

Una Norma Chilena es una norma nacional que ha sido estudiada de acuerdo al procedimiento establecido en el Reglamento del Servicio de Normalización y aprobada por el Consejo del Instituto Nacional de Normalización.

¿En qué consiste el proceso de elaboración de una norma técnicas? ¿Cuáles son sus etapas? ¿Cuánto tiempo demora su trámite?
El proceso de elaboración de una Norma Chilena está sometido a una serie de fases que permiten asegurar que el documento final es fruto del consenso. Se realiza de acuerdo a lo establecido en el Reglamento del Servicio de Normalización del INN y en él se distinguen 5 fases:

a) Solicitud del estudio y factibilidad: El proceso inicia con la evaluación de una solicitud para el estudio de una norma, donde se analizan datos e información relacionada, así como normativas existentes. El Comité de Normalización determina la viabilidad del estudio, y si lo aprueba, la División de Normas realiza gestiones administrativas como el envío de una cotización formal y un borrador de contrato para la firma de ambas partes antes de iniciar el estudio.

b) Desarrollo del Anteproyecto de norma: Para el estudio de un Anteproyecto, el INN revisa, y adapta un documento, tomando como base las normas extranjeras y/o antecedentes técnicos nacionales e internacionales. El contenido y estructura de este documento se realiza de acuerdo a lo indicado en NCh2:2006 Guía para la estructuración y redacción de Normas Chilenas. Dependiendo de la naturaleza del tema a normalizar puede ser necesario conformar un Comité de Anteproyecto encargado de la elaboración del Anteproyecto.

c) Consulta Pública: Una vez aprobado el Anteproyecto de Norma, el Instituto envía el documento a Consulta Pública por un lapso determinado de días, a las partes interesadas, con el propósito de que sea estudiado y se realicen las observaciones que se consideren adecuadas.

d) Estudio del Proyecto de norma en Comité Técnico: Terminado el periodo de Consulta Pública se elabora una compilación de las observaciones recibidas, las cuales se envían a los participantes en el estudio de la norma, junto con la citación a la reunión del Comité Técnico para analizar las observaciones y el texto de la norma, hasta llegar a un consenso final.

e) Aprobación por Consejo del INN como Norma Chilena: El proyecto consensuado se presenta al Consejo del INN para su aprobación como Norma Chilena.

¿En qué consiste y cuál es la importancia de la participación pública dentro del proceso?
La participación de las partes interesadas es central dentro del proceso de estudio de una norma técnica, entendiendo por partes interesadas a la autoridad pública, la empresa, la academia y los consumidores.

Estos actores participan en una parte significativa del proceso ya sea como requirentes del estudio de una norma o, habitualmente, como integrantes de un Comité Técnico dentro del proceso del estudio de una norma, donde se discute el contenido técnico relevante de la misma.

En relación a las normas encargadas por Alta Ley, sobre la consideración de escorias de la minería del cobre como árido artificial, y al uso de estas escorias como árido artificial en pavimentos. ¿Cómo podría contribuir esta norma técnica a la reutilización de las escorias? ¿Cómo ve su aceptación por parte del ecosistema, de la industria minera y de la construcción?
Las normas solicitadas por Alta Ley forman parte de un conjunto de Normas Chilenas en desarrollo en el ámbito de la Economía Circular. En el INN, hemos centrado nuestros esfuerzos en la creación de normas con el objetivo de establecer un entendimiento común en economía circular, especialmente en el sector de la construcción. Esto respalda las estrategias nacionales para la economía circular establecidas para el año 2040.

En este proceso, hemos considerado las Normas Chilenas existentes relacionadas con la gestión de residuos de la construcción y demolición (RCD), así como el estado actual de las normas internacionales y otros documentos publicados hasta la fecha. El propósito es contribuir al avance y alineamiento de la industria con los principios de la economía circular.

Es así como en 2023 se inició un trabajo en este sentido, con la elaboración de diversos proyectos de Normas Chilenas, enfocados en la clasificación, caracterización y usos específicos de áridos reciclados y artificiales.

Los proyectos se enmarcan en la actualización de la NCh163 Áridos para morteros y hormigones – Requisitos. Una modificación importante efectuada en esta norma es la posibilidad de utilizar áridos que no son naturales, entre los que se encuentran los áridos artificiales, los que pueden incluir múltiples materialidades provenientes de procesos industriales. Esto posibilitará la reducción de pasivos ambientales al emplear materiales antes considerados como residuos.

En esta misma lógica, el objetivo de una norma técnica para el uso de escorias como árido artificial establecerá los requisitos que debe cumplir este producto para que pueda ser utilizado para un uso determinado.

Cuando se establece una norma con requisitos para un producto, estos requisitos pueden ser verificados por un tercero, lo cual proporcionará confianza al ecosistema de la industria minera y de la construcción.

¿Cuándo piensan que estas normas podrían estar en funcionamiento?
Estas normas han comenzado su trabajo durante el año 2024, y se espera que ambas normas sean publicadas para su uso desde el año 2025.

Tanto en Chile como en el mundo, la demanda de áridos va a aumentar significativamente en las próximas décadas, poniendo una presión adicional sobre las fuentes tradicionales (ríos, pozos y canteras). Considerando lo anterior y la importancia que ha adquirido el cuidado del medioambiente, ¿cómo ven en la próxima década el avance y apoyo a nivel nacional del uso de nuevas fuentes de áridos, como las escorias y los relaves, que tienen puesto el foco en la economía circular?
Lo que podemos comentar en este punto es que en los próximos años las organizaciones, tanto públicas como privadas, experimentarán nuevas presiones y desafíos en cuanto a sostenibilidad, cambio climático y economía circular. En este sentido, las normas técnicas proporcionan herramientas prácticas para mejorar las políticas públicas y garantizar su adecuación específica. Las normas ofrecen a legisladores y reguladores soluciones para abordar temas globales como los antes mencionados.

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