Centro Mario Molina lanza A2H2: Una apuesta concreta para acelerar la demanda de H2 en servicios de transporte
La iniciativa, trabajada en conjunto a la empresa catalana QEV Technologies, busca desarrollar y validar un vehículo a hidrógeno optimizado para faenas mineras y forestales, con una autonomía superior a 300 kilómetros y un costo total de propiedad (TCO) similar al de un vehículo a baterías.
A fin de año, el prototipo debiera entrar en su fase de pruebas en Barcelona para luego, durante el primer semestre de 2024, dar inicio al pilotaje en Chile.
Tras las alarmantes consecuencias del Cambio Climático que escuchamos a diario, la palabra “descarbonización” se ha convertido en una de las más utilizadas por el mundo público y privado a la hora de proponer soluciones para enfrentar esta problemática. Sin embargo, para el centro privado de investigación y desarrollo en tecnologías ambientales, Centro Mario Molina Chile (CMM), ésta no es nueva, ya que, desde su nacimiento en 2004, ha tenido como prioridad la descarbonización de sectores productivos relevantes en Latinoamérica, integrando la base científica con el conocimiento de ámbitos como la minería, la industria forestal y el transporte.
Asimismo, acaba de cumplir quince años trabajando en la promoción de la electromovilidad y, en otras áreas, ha desarrollado spin-offs muy exitosos como Airflux, una empresa de sistema de monitoreo ambiental inteligente, y el Centro de Movilidad Sostenible, dedicado al desarrollo de tecnologías y políticas públicas que promuevan el transporte de cero emisiones en América Latina.
Recientemente dieron a conocer un nuevo proyecto denominado A2H2 y quisimos conversar más sobre esto con Gianni López, director de CMM, quien nos da interesantes detalles sobre este innovador proyecto.
¿De qué se trata esta nueva iniciativa y quiénes participan en ella?
Nuestra visión es muy clara: Chile tiene hoy una oportunidad única de consolidarse como un proveedor clave de recursos para la descarbonización global, exportando cobre, litio y H2. Sin embargo, este posicionamiento requiere que los sectores productivos vinculados reduzcan sustantivamente sus emisiones para ajustarse a los requerimientos ambientales de los mercados internacionales. Conociendo de cerca los mercados tecnológicos y los desafíos de diversos sectores productivos, hemos identificado nichos donde la oferta de vehículos de cero emisiones es aún escasa o inexistente. Uno de estos nichos, hasta ahora desatendido, es el de los vehículos comerciales, donde no hay mucha oferta de vehículos eléctricos a baterías, y prácticamente no hay oferta de vehículos a H2. Esto nos parece una gran oportunidad, pues dar solución a esas demandas permite llevar adelante proyectos con socios tecnológicos internacionales.
En este sentido, el proyecto A2H2 -trabajando junto a la empresa catalana QEV Technologies- busca desarrollar y validar un vehículo a hidrógeno optimizado para faenas mineras y forestales, con una autonomía superior a 300 kilómetros y un costo total de propiedad (TCO) similar al de un vehículo a baterías. Este vehículo podrá ser utilizado tanto para transporte de personal, con un aforo de hasta 19 pasajeros, como de mercancías, con una capacidad de hasta 7 m3 y 6 toneladas (equivalente a un Mercedes-Benz Sprinter), cuyas prestaciones permitirán la operación desde Antofagasta y Calama a cualquier faena minera de la segunda región, incluyendo servicios que no pueden ser atendidos por vehículos a baterías. Por otra parte, somos conscientes de que un producto exitoso en este tipo de operaciones tendrá claras oportunidades a futuro en mercados como el de la Unión Europea, donde existe un interés creciente en el transporte a hidrógeno verde. Ya hemos conseguido el interés de clientes que nos apoyarán en el desarrollo de las pruebas del prototipo y, en 2024, en la primera partida pre comercial. En particular, agradecemos el apoyo de CORFO, desde su programa Innova Alta Tecnología.
¿Cuál es la principal contribución de este proyecto para el desarrollo del hidrógeno verde en la industria minera?
Actualmente, Chile se encuentra en la etapa de maduración de proyectos de producción de H2 verde, la que requiere ser complementada con una demanda que le dé mayor viabilidad a la inversión en electrolizadores. En el área del transporte, por ejemplo, existe el potencial para desarrollar proyectos que promuevan una mayor demanda en la producción y expendio de H2, tanto en zonas mineras como en ciudades con interés en operaciones de transporte público de cero emisiones. El proyecto A2H2, en este sentido, está creando una oferta concreta para acelerar la demanda de H2 verde en servicios de transporte de mercancías y personal.
¿Cuál es el rol fundamental del Centro Mario Molina en este proyecto?
Nosotros somos el project leader, quien se encarga de que el proyecto se lleve a cabo exitosamente en su totalidad. En este proyecto, estamos a cargo de la caracterización de los ciclos de operación y del desarrollo de simulación del vehículo, elementos que permiten dimensionar sus distintos componentes y sistemas de acuerdo con las prestaciones esperadas. Junto con ello, apoyamos el desarrollo de las soluciones de selección e integración de componentes, lideramos las pruebas de pilotaje y tenemos la responsabilidad de desarrollo del modelo de negocios y la incorporación de nuevos socios y clientes al proyecto.
Para cumplir con los objetivos planteados, hemos conformado un equipo de profesionales altamente competentes, donde la dirección técnica está a cargo de Felipe Reyes, doctor en Química y gerente técnico de CMM, y Mariana Novoa, magíster en Ingeniería eléctrica y exlíder del team Eolian, el auto solar desarrollado por la escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile,
¿Cuáles son las próximas etapas del proyecto y desafíos para este año?
Actualmente, estamos trabajando en la etapa final del modelamiento y diseño del vehículo y, en paralelo, en el desarrollo e integración de los componentes necesarios para su fabricación. A fin de año, el prototipo debiera entrar en su fase de pruebas en Barcelona para luego, durante el primer semestre de 2024, dar inicio al pilotaje en Chile.
Mientras, estamos conversando con algunas empresas interesadas en participar en el pilotaje y con otras dedicadas a ensamblar los vehículos de preproducción en Chile. Aquí estamos apuntando a desarrollar la integración en la segunda región, como parte de nuestra visión de un Hub de Descarbonización en Antofagasta, que pretendemos hermanar con el Hub de Descarbonización de Barcelona. En este momento, nuestro principal desafío es conseguir los acuerdos necesarios para llevar a cabo estas actividades en los plazos propuestos.
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